El ozono (O3), es una sustancia cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno, formada al disociarse los 2 átomos que componen el gas de oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno (O2), formando moléculas de Ozono (O3).

Es decir, se trata de una forma triatómica del oxígeno, con propiedades físicas y químicas absolutamente distintas a su forma estable (O2), ya que por ejemplo tiene olor (el oxígeno no) penetrante e intenso.

A temperatura y presión ambientales el ozono es un gas de olor acre y generalmente incoloro, pero en grandes concentraciones puede volverse ligeramente azulado. Es un gas muy irritante, irrespirable a grandes concentraciones (escapes masivos en producción industrial), pudiendo producir edema de glotis.

 

  • Historia de la ozonoterapia

 

En 1785 Van Marum observó que el aire circundante a su máquina electrostática adquiría un olor característico cuando generaba chispas eléctricas. En 1801, Cruickshank observó el mismo olor en el ánodo durante la electrólisis del agua.

Finalmente C.F. Shonbein, en 1840, da nombre a este olor con la palabra “ozono”, derivada de la palabra griega «ozein» – huele, por tanto se le considera el descubridor del ozono aunque algunos autores han sugerido que otro científico alemán, Christian Fernández, es el verdadero descubridor del ozono.

En 1857 Werner von Siemens construyó el primer tubo de inducción para la destrucción de microorganismos. En 1870 apareció el primer informe sobre el ozono como purificador de la sangre en tubos de ensayo, publicado por C. Lender en Alemania.

En 1878, el Dr. Day (Australia) publica la primera edición de trabajos de tratamiento de la Escarlatina y la Viruela con ozono.

Existen evidencias de su uso como desinfectante a partir de 1881, mencionado por el Dr. John H. Kellogg en su libro de difteria. En su propio sanatorio de Battle Creek, Michigan utiliza ozono en la sauna de vapor desde 1880.

En octubre de 1893 la ciudad holandesa de Ousbaden inaugura la primera planta de tratamiento de agua con ozono en el mundo.

En 1885, la Asociación Médica de Florida publica «Ozono» de la mano del Dr. Charles J. Kenworthy (Jacksonville, Florida), que detalla el uso del ozono con fines terapéuticos y en 1886 se reconoce en Europa la capacidad del ozono para la desinfección de agua contaminada.

Los resultados de las pruebas efectuadas en Alemania en 1893 demuestran que el ozono es eficaz contra las bacterias y se informa de su capacidad para controlar el crecimiento excesivo de algas.

Nikola Tesla, el extraordinario físico croata, diseñador del primer motor de inducción y avalador de la superioridad indiscutible de la corriente alterna sobre la corriente continua (lo que le valió enemistarse con Thomas Alva Edison) patentó en 1896 el primer generador de ozono y funda en 1900 la “Tesla Ozone Company”. Su diseño sigue vigente y algunos generadores Tesla siguen funcionando perfectamente tras más de 75 años de uso. Tesla fue el primero que ozonizó el aceite de oliva.

En 1898  Thauerkauf  y Luth, inauguran en Berlín el Instituto para la terapia del oxígeno curativa. En el instituto se ensaya el ozono en animales y el Dr. Eugene Blass asocia el ozono al magnesio mediante un proceso catalítico produciendo Homozon (peróxido de magnesio).

En estas mismas fechas el Dr. Benedict Lust (médico Alemán con ejercicio profesional en Nueva York), creador y fundador de la revista Naturopahy escribe y publica numerosos trabajos y libros sobre el ozono.

En la revista ““Centennial” se publica en 1902 que el Dr. Charles O. Linder inyecta ozono en su clínica de Spokane, Washington, mediante generadores de última tecnología (Tesla)

En 1902, el Dr. J.H. Clarke publica en Londres un “Manual Práctico Médico” describiendo la utilidad del agua ozonizada para tratar la anemia, la diabetes, la gripe, envenenamiento por morfina, el dolor del cáncer, el envenenamiento por estricnina y la tosferina.

En 1904, el Dr. Charles Marchand (1848 – 1917), químico de origen francés asentado en New York desde los 30 años, autor del proceso de fabricación industrial a gran escala del peroxide de hidrogeno, publica «The Medical Uses of Hydrozone (ozonated water) and Glycozone (ozonated olive oil)» en la 19 edición del Manual de Química de NY. El libro se encuentra actualmente depositado en la Biblioteca del Congreso y en el figura el sello de aporbación de la “US Surgeon General”

En 1911, el Dr. Eberhart Noble publica «A Working Manual of High Frequency Currents» (Manual de Trabajo de Corrientes de Alta Frecuencia). Era el jefe del Departamento de Fisiología de la Universidad de Loyola. Utilizó el ozono para el tratamiento de la tuberculosis, la anemia, la clorosis, los tinnitus, la tosferina, el asma, la bronquitis, la fiebre del heno, el insomnio, la neumonía, la diabetes, la gota y la sífilis.

En 1913, se crea la “Eastern Association for Oxygen Therapy” de la mano del  Dr. Blass y otros medicos alemanes creando la primera  sociedad alemana de ozonoterapia.

Durante la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), el Dr. Albert Wolff de Berlín preconiza el uso del ozono para el tratamiento de heridas, pie de las trincheras (también conocido como pie del foso o pie congelado), gangrena y para paliar los efectos del gas venenoso. También utiliza el ozono para el cáncer de colon, cáncer cervical y las úlceras de decúbito. El uso de bolsas de goma dificulta el éxito de los tratamientos.

En 1920, el Dr. Charles Neiswanger MD, Presidente del “College of Medicine” del Hospital de Chicago, publica «»Electro Therapeutical Practice» (Manual de las electroterapias). El título del Capítulo 32 era  “Ozone as a Therapeutic Agent” (El Ozono como agente terapéutico).

En 1926, el Dr. Otto Warburg del Instituto Kaiser de Berlín publica que la causa del cáncer es la falta de oxígeno a nivel celular. El Dr. Otto Warburg recibió el Premio Nobel de Medicina en 1931 y un segundo premio nobel en 1944, la única persona que ha recibido jamás dos Premios Nobeles de Medicina. Todavía fue nominado para un tercer premio Nobel.

En 1929 los directores de los hospitales mas relevantes de los EEUU, publican el libro «Ozone and Its Therapeutic Action» (Ozono y su acción terapéutica), en el que se enumeran 114 enfermedades y su tratamiento mediante la aplicación de ozono.

El Dr Edwin A. Fisch, (1899-1966) cirujano odontólogo que trabajaba con ozono (agua ozonizada) desde antes de 1932, introdujo a un prestigioso cirujano Alemán, el Dr. Erwin Payr, (1876-1946), en la técnica del uso del ozono.

El Dr. Erwin Payr publicó en 1935 un articulo de 290 páginas titulado “Tratamiento con ozono en cirugía” presentándolo al 59º congreso de la sociedad quirúrgica alemana. En 1945 empezó a utilizarlo por vía intravenosa para problemas vasculares.

Entre 1934 y 1938 el Dr. Aubourg y Dr. Lacoste en Francia, usaron  el ozono mediante insuflación rectal para tratar problemas de fístulas. En 1938 Paul Aubourg publica un artículo de sus éxitos conseguidos en el hospital de Beaujon (Cliché, Ille de France), “Resultado de 119 casos de infección coliforme tratadas con ozono en Beaujon-Clichy.” Presse Med 1938; 46:1987- 1900.

En 1933, la Asociación Médica Americana, dirigida entonces por el Dr. Simmons, instan al Gobierno de los EEUU para que sean prohibidas todas las terapias que no sean medicamentos autorizados y debidamente registrados, con lo que cae el uso del ozono en este país.

En 1942 Se publican las propiedades médicas del ozono como limpiador del colon en “Gordon Detoxification and Hydro Surgery – Theory and Practice”.

A pesar de ello se sigue utilizando destacando los trabajos del Dr. William Turska de Oregon que comienza en 1940 a utilizar el ozono, mediante una máquina de su propio diseño.

En 1951 el Dr. William Turska escribe un artículo denominado «Oxidation» (oxidación) siendo lectura recomendada hasta hoy. El Dr. Turska fue pionero en la inyección de ozono en la vena porta, para alcanzar mejor al hígado. Sus resultados fueron excelentes.

En 1950 el Dr. W. Zable lo utiliza para el tratamiento del cáncer y poco más tarde también lo utilizan los doctores P.G. Seeger, A. Varro y H. Werkmeister.

En 1952, el “National Cancer Institute” verifica los hallazgos del Dr. Otto Warburg’s respecto a que la causa del cancer parece ser el déficit de oxigeno tisular.

Desde 1953 el Dr. Hans Wolff (1924-1980) utiliza el ozono de manera extensiva en su práctica, publicando su libro «Ozono Médico». Crea la primera escuela de ozonoterapia formando a muchos médicos. En el año 1961 el Dr. Wolff introdujo en su práctica médica las técnicas de autohemoterapia mayor y menor. Crea en 1972 junto con el Dr. Haensler La sociedad alemana de ozonoterapia. En 1979 publica su libro “Das Medizinische Ozon”. Heidelberg, VFM Publications, 1979.

En 1957, el Dr. Joachim Haensler (1908-1981) patenta su generador de ozono que ha sido la base de la expansión de las terapias mediante el uso del ozono en Alemania. Hoy día más de 7000 médicos alemanes utilizan el ozono en su práctica diaria.

En 1977 la Dra. Renate Viebahn proporciona una descripción técnica de la acción del ozono en el cuerpo. 10 años más tarde, en 1987, junto con el Dr. Siegfried Rilling publican «The Use of Ozone in Medicine» (Uso del ozono en Medicina), que es actualmente el libro de referencia para la utilización del ozono en medicina.

En 1979, el Dr. George Freibott comenzó a tratar con ozono a su primer paciente de SIDA con resultados esperanzadores. En 1980, el Dr. Horst Kieff reportaba los mismos resultados que el Dr. Friebott.

En 1990, el grupo cubano de la Dra. Silvia Menéndez, el Dr. Frank Hernández, el Dr. Ofilio Peláez y otros, publican en Cuba, dónde se fundó el primer Centro de Investigación de Ozono del mundo, éxitos en el tratamiento de la Retinosis Pigmentaria , Glaucoma, Retinopatías y Conjuntivitis.

En 1992, los rusos dieron a conocer sus experiencias tratando grandes quemados con baños de suero fisiológico al límite de saturación previamente tratado con ozono burbujeante. Sus resultados son asombrosos.

El año 2007 la Dra. Silvia Menéndez en el Congreso Internacional celebrado en Barcelona aporta los resultados del tratamiento del asma con ozonoterapia. Extraordinario efecto simbiótico con medicación tradicional.

 

De la colaboración de la junta directiva de AEPROMO y la comunidad científica internacional el año 2010 nace la DECLARACIÓN DE MADRID SOBRE LA OZONOTERAPIA que fue Aprobada por el “Encuentro Internacional de Escuelas de Ozonoterapia”, celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina, en Madrid el 3 y 4 de junio de 2010, bajo los auspicios de la Asociación Española de Profesionales Médicos en Ozonoterapia (AEPROMO)

 

Hoy, después de mas de 125 años de uso médico del ozono, es un tratamiento de reconocida utilidad en países como: Alemania, Francia, España, Italia, Rusia, Rumanía, República Checa, Brasil, Polonia, Hungría, Bulgaria, Serbia, Croacia, Eslovenia, Israel, Cuba, Japón, Singapur Mexico, 4 provincias canadienses, China y en catorce estados de EE.UU (Alaska, Washington, California, Colorado, Nevada, New Mexico, Texas, Oklahoma, Georgia, New York, North Carolina, Ohio, Minnesota).

 

 

El ozono ha probado ser la terapia médica más segura jamás concebida).

 

En 1978, la FDA informó de que 1,5 millones de personas fueron hospitalizadas en los EE.UU debido a los efectos secundarios de medicamentos, de los que aproximadamente 140.000 personas (9,3%) murieron.

 

En 1980, un estudio a gran escala realizado por la Sociedad Médica Alemana de ozonoterapia publicó que de 5.579.238 tratamientos administrados, se habían descrito 40 casos de efectos secundarios, (0.000007%) no habiéndose registrado ninguna muerte.

 

Efectos de la ozonoterapia:

 

-Aumento de la oxigenación celular y tisular

– Acción bactericida, fungicida y viricida

– Disminución de la agregación plaquetaria.

– Antiálgico

– Antiflamatorio

– Estimulante del sistema retículo-endotelial

 

El ozono inactiva los viruses, las bacterias, las levaduras, hongos y protozoos, estimula al sistema inmunitario, limpia arterias y venas, mejora la circulación, purifica la sangre y la linfa, normaliza la producción de hormonas y enzimas, reduce la inflamación, el dolor, previene de hemorragias e infartos, reduce la arritmia cardiaca, mejora el rendimiento cerebral y la memoria, oxida las toxinas permitiendo su excreción.

Tiene un efecto quelante sobre metales pesados y en combinación con técnicas de quelación previene y revierte enfermedades degenerativas, contagiosas y enfermedades auto inmunes.

Se utiliza en enfermedades diversas con buenos resultados que incluye infecciones o efectos residuales de las mismas, enfermedades del corazón, coronariopatías, aterosclerosis, gangrena, demencia senil, ulceras varicosas, varicosidades, artritis, espondilitis anquilopoyética, diabetes, cualquier forma de cáncer, enfermedad de Parkinson, Colitis ulcerosa y otras enfermedades inflamatorias de colon, inmunodeficiencias, alergia y asma.

El ozono combina extraordinariamente con terapias de quelación para tratar enfermedades arteriales y la toxicidad de metales pesados.

Cualquier desorden funcional, neurológico, respiratorio o sanguíneo puede ser tratado de manera exitosa con la ozonoterapia.

Los efectos del ozono son absolutamente naturales, tranquilizando y tonificando el sistema nervioso, estimulando el sistema vasomotor a través del sistema nervioso central y mejorando centenares de procesos metabólicos dañados por oxidación deficiente. El ozono ha demostrado que una pobre oxidación  celular es la causa de múltiples enfermedades, y que éstas son susceptibles de ser tratadas eficazmente mediante la ozonoterapia.

En enfermedades inmunes como el SIDA revierte rápidamente las infecciones oportunistas, incluidas las pulmonares (pneumocistis Carinii, neumonía, toxoplasmosis, histoplasmosis, candidiasis, cryptococosis, mycobacterium, citomegalovirus, herpes simple, tuberculosis, nocardiosis, neumonía bacteriana, etc). El ozono ayuda a revertir infecciones oportunistas en enfermedades degenerativas como el linfoma no hodgkiniano, hematomas, leucemia de células T y linfoadenopatías asociadas a virases.

 

¿Hay que cambiar la medicación cuando se inicia un tratamiento con ozono?

 

El ozono se aplica con fines terapéuticos, como tratamiento único o como tratamiento coadyuvante de otros necesarios. No es necesario hacer modificaciones en el tratamiento que esté realizando el paciente, y éstas se harán por la propia mejoría del proceso.

 

¿Qué efectos tiene el ozono sobre el organismo?

 

Dependiendo de las dosis y de la forma de uso, tiene un efecto INMUNOMODULADOR, mejorando los procesos inmunológicos tanto por exceso como por defecto.

Tiene una acción sobre los mediadores bioquímicos, como quininas, histamina y ácido araquidónico, disminuyendo, su concentración a nivel local, lo que nos permite obtener una gran acción ANTIFLAMATORIA y ANALGÉSICA, cuando se utiliza a nivel genral y particularmente en su uso directo articular, paravertebral, intradiscal o en trigger points.

Otra acción importante es su gran capacidad regeneradora a nivel tisular y vascular actuando sobretodo en las patologías de CICATRIZACIÓN, como en diabéticos, patologías vasculares o discrasias sanguíneas. Los problemas circulatorios, incluso graves son susceptibles de ser tratados con resultados satisfactorios mediante las técnicas de ozonoterapia.

También constituye una alternativa eficaz en el tratamiento de la HEPATITIS CRÓNICA. Se ha descrito la erradicación del VHC en personas tratadas con ozono.

En las enfermedades degenerativas y cancerosas el ozono es capaz de equilibrar el sistema oxidativo mejorando las defensas en pacientes afectados, y recuperando el déficit oxidativo que se produce a nivel celular y tisular en éstas, actuando sobre una de las causas más importantes de la generación del cáncer y enfermedades degenerativas.

También  se está utilizando el ozono como tratamiento coadyuvante de la CELULITS basándose en la capacidad del ozono de agredir la cadena de ácidos grasos insaturados transformando las moléculas grasas de lipófilas a hidrófilas.